Agencia vs. freelance
Lo que me encontré cuando entré en una agencia no fue lo que me esperaba.
Me crié sola en el marketing.
Es decir, no estudié nada relacionado con ello. Lo único que hice al empezar allá por 2019, fue un curso de 3 meses de copywriting.
Un curso online que cambió completamente mi vida.
No por la formación en sí, sino por todo lo que vendría detrás.
Luego me metí en lanzamientos, estrategia de marketing, ecommerce, growth y , finalmente, producto.
Sí, voy pivotando de un lado a otro.
Lo que quería compartir es una reflexión sobre lo que vi cuando entré a una agencia por primera vez
Te pongo en situación.
Yo llevaba unos 4 años de freelance, trabajando con muchas empresas y clientes.
Al final, había desarrollado mi propia forma de trabajar a base de hostias.
La habilidad que me siento más orgullosa de haber desarrollado es la comunicación/gestión con otras personas.
Y saber vender, claro.
Esas 2 deberían ser obligadas en la escuela.
Pero no siempre acertaba con los clientes
Recuerdo varias ocasiones donde una empresa me rechazaba solo por el simple hecho de ser freelance y no una agencia.
A veces me preguntaban, ¿Cuántos sois?
Y yo, emmmm. Pues Marta la asistente virtual, Marta la account manager, Marta la project, Marta la de los ads, Marta la del copy…
Y yo pensaba…
¿Qué co*o tendrán las agencias que las quieren por encima de mí?
Yo siempre me he sentido orgullosa del servicio y trato que he ofrecido, pero llegué a pensar que no podía competir con ellas.
Hasta el punto que durante una época se me metió en la cabeza lo de montar una.
Me duró poco.
Así que pensé entrar en una agencia para ver qué trucos se gastaban
Y lo gracioso era que no hacían nada especial.
O sea, no había una estructura clara ni una organización decente de roles. Ni siquiera sabían cómo gestionar proyectos.
Se comunicaban por Telegram…
Tenían hasta menos procesos que yo como freelance.
Pero, claro, cobraban mucho más al cliente final, como x2 o x3
Yo pensaba que era porque se les dedicaba un trato más especial o había un equipo más grande para el cliente.
Pero no, resulta que estaba yo sola haciendo todo. Igual que lo hacía estando de freelance. Me parto.
Y no solo llevaba un cliente, llevaba bastantes más.
En conclusión: hacía lo mismo de freelance, pero con menos calidad porque tenía más clientes.
Y me quedé bastante tranquila al descubrirlo
Porque me di cuenta de que era la puta ama.
Y que podía competir x1000 con una agencia porque mi servicio era bastante mejor.
Aprendí cosas que luego implementé, sí. Muchas.
Pero también aprendí muchas que nunca implementaré.
Al final en esta agencia creé todo el sistema de gestión de proyectos por sprints y les mejoré todo el sistema de comunicación interna y externa.
Sí, un freelance.
En cuanto me quemé y dejé de aprender, me fui.
Cambié mi creencia de que un freelance es más pequeño y que su servicio es limitado.
Pero resulta que es al revés.
Me di cuenta del gran potencial que tienen los freelance
Se notaba muchísimo dentro de la agencia las personas que veníamos de ser freelance de las que no.
Y (es feo) pero comparaba compañeros del equipo con colaboradores freelance míos que les daban 1000 vueltas.
Con esto no estoy echando pestes a las agencias.
De hecho, ahora mismo estoy colaborando en otra.
Pero si algún freelance me lee, quiero decirle que vale MUCHO. Y que si las empresas aún no valoran todo el expertise de una persona que se “ha criado sola” es cuestión de tiempo.
En USA u otros países de Europa la figura de freelance cada vez es más demandada.
Y hasta aquí.
Si buscas un freelance para algo, escríbeme. Conozco a muchos muy buenos y mejores que muchas agencias.
También me puedes contratar a mí.
Un abrazo
Marta “freelance o freelancer?” Lavanda
El Post me ha parecido muy interesante. Crees que tu experiencia en esa agencia se puede extrapolar a todas las agencias en general, o solo a esa en concreto?