El impacto de la instantaneidad y los estímulos constantes de dopamina
Cada vez tengo más confirmada la teoría de que vamos a destiempo con la vida. Y la adicción a lo instantáneo es una de sus causas.
¡Hola! Aquí Marta Lavanda.
Estoy escribiendo un ensayo donde investigo, documento y reflexiono sobre temas que condicionan nuestras decisiones hacia una vida más plena, feliz y conectada con quien realmente somos.
Lo que estás a punto de leer es un tema del Capítulo 1: Reducir la velocidad para ver con claridad
👉🏻 El impacto de la instantaneidad y los estímulos constantes de dopamina - Parte 1
El impacto de la instantaneidad y los estímulos constantes de dopamina - Parte 2
La velocidad de la vida y su impacto en nuestras decisiones
Practica la desaceleración como herramienta de claridad mental
Cada semana comparto un tema con ejercicios y herramientas para aplicar en tu vida. Cuando termine todos los subtemas de este capítulo pasaré a los siguientes temas del:
Capítulo 2. Conectar con la naturaleza para ganar confianza en decisiones que nos importan
Seguiré compartiendo tema por tema hasta que finalice el libro o muera en el intento.
Espero que te inspire. ¡Gracias por colaborar leyendo! 🌱
Capítulo 1. Reducir la velocidad para ver con claridad
Estamos peligrosamente acelerados.
Vivimos en una sociedad que promueve la búsqueda constante de gratificación instantánea y que nos hace más intolerantes al malestar y menos capaces de disfrutar de placeres simples o sostenidos.
La putada es que la mayoría de cosas importantes de la vida no son instantáneas.
El mal uso de la tecnología y la hiperconectividad al disparo constante de dopamina nos hace ir a un ritmo que no corresponde a la vida.
Si te mantienes en esa velocidad es imposible que seas capaz de contemplar los pequeños detalles.
Te pierdes la vida.
El impacto de la instantaneidad y los estímulos constantes de dopamina - Parte 1
La droga siempre ha entrado por la boca, la nariz o las venas. Ahora entra por los ojos a través de las pantallas.
Marian Rojas - Psiquiatra
Si hablamos de instantaneidad, o estímulos constantes de dopamina, las redes sociales se llevan el premio gordo.
No hay nada más triste que ver a una persona coger el móvil de forma totalmente inconsciente mientras le estás hablando. Y esto es porque esa persona está jodidamente enganchada a esta droga.
Parejas en restaurantes mirando el móvil en lugar de conversar.
Personas por la calle que se chocan con otras por no levantar la mirada.
Coches que se comen el arcén porque están mirando el móvil.
Oh, sí.
Estás haciendo exactamente lo que quieren que hagas.
Para entender cómo se comparta tu cerebro y tu cuerpo cuando consumes redes sociales vamos a entender primero qué son y cómo funcionan estas plataformas.
Las redes sociales, por nombrar uno de los tipos de droga digitales, son empresas. Esto significa que su objetivo es ganar dinero, como cualquier empresa.
¿Cómo ganan dinero estas empresas? Metiendo publicidad en ellas y ganando pasta de los anunciantes que se quieren promocionar en sus plataformas.
¿Cómo pueden conseguir que más anunciantes quieran promocionarse en sus plataformas?
Metiendo a más usuarios para que consuman los anuncios.
Consiguiendo que estos usuarios se queden el mayor tiempo posible en la plataforma para que consuman muchos más anuncios.
¿Y cómo hacen para que te quedes más rato dentro?
Inyectándote continuamente estímulos que te proporcionan “placer”. Ya sea en forma de notificaciones infinitas o con contenido adictivo para tu cerebro: como los vídeos cortos.
No es casualidad que todas las redes están evolucionando hacia este formato.
Nos podríamos meter en otros aspectos que utilizan las redes sociales, pero quédate con que a estas empresas les da exactamente igual tu salud mental o psicológica. Lo único que quieren es que te quedes el máximo de tiempo pegado a la pantalla para que te comas los anuncios de la gente que les hace ganar dinero.
Los usuarios no son clientes, sino el producto.
Estas empresas tecnológicas como Instagram o Tik Tok venden datos y la atención de los usuarios a otras empresas (anunciantes).
Y por aquí pasa el crear cualquier incentivo para maximizar la interacción, incluso si eso resulta en desinformación, polarización o daños emocionales.
La consecuencia es que te conviertes en una persona sedada.
Lo más curioso de todo es que no es nuevo. Todos conocemos y hemos vivido quedarnos embobados como gilipollas delante de la pantalla viendo vídeos sin ningún sentido. Cuando te das cuenta estás viendo el vídeo más absurdo que puedes imaginar, pero ahí estás. Y ellos lo saben, por eso te lo ponen.
¿Por qué lo seguimos haciéndolo? Lo comentamos en grupo con amigos, lo vemos en la calle y conocemos lo que hay detrás de estas plataformas porque hay estudios, libros, charlas, psicólogos y medios que lo confirman.
¿Por qué seguimos consumiendo entonces?
Porque estamos jodidamente enganchados.
Puedes pensar que es entretenimiento o liberación de estrés.
Quizá a corto plazo parece serlo, algunos estudios ¿financiados? hablan de ello, pero a largo plazo tu cerebro se está drogando de dopamina instantánea como un cabrón.
Y te va a pedir más. Y más. Y más.
Hasta que llegue un punto, que no se tarda mucho, que cualquier cosa que no vaya a la velocidad de lo que estás acostumbrado no tendrá ningún valor para ti. Serás incapaz de prestarle atención, de fijarte en los detalles.
La putada es que la vida va a una velocidad mucho más lenta que la que estás acostumbrado con estas redes sociales o plataformas.
Y te la estás perdiendo.
A parte de fomentar el contenido que te absorbe para que pierdas la noción del tiempo, hay otra arma muy poderosa y también muy peligrosa que no solo puede afectar a que te pierdas la vida sino a que pierdas tu capacidad de reflexión o pensamiento crítico.
Esta arma se llama: algoritmo.
Sabes perfectamente lo que es: ese robotito de la redes que aprende de lo que consumes para mostrarte más contenido similar. Si lo piensas por encima parece algo inofensivo e incluso positivo para tu disfrute.
Pero es una hoja de doble filo.
El algoritmo se basa en datos de comportamiento para predecir y manipular (sí, manipular) tus acciones en estas plataformas fomentando la adicción y aumentando el tiempo de uso.
Pero hay más.
Estos algoritmos te van metiendo en un agujero cada vez más polarizado. Si consumes noticias o perfiles de un extremo político, te va a mostrar más contenido y perfiles de ese extremo. Con la misma opinión y conclusión de lo que acabas de dar “like”. Esto hace que reafirmes cada vez más tu elección hacia esa ideología o corriente de pensamiento.
Dejas fuera la probabilidad de equivocarte y la oportunidad de complementar o mejorar tu opinión al respecto.
Y esto es lo que más me preocupa.
Para poder crear un pensamiento crítico y libre es necesario procesar la información de manera objetiva. Desde todos los puntos de vista para tener argumentos con sentido. Si no, luego es imposible discutir con un terraplanista.
Esto contribuye a que:
1. La sociedad no está preparada para escuchar una opinión contraria a la suya.
2. Por tanto tampoco está preparada para cambiarla.
3. Y mucho menos preparada para pensar algo diferente a lo que la mayoría piensa.
Aquí ya estamos perdidos como humanidad.
🙅🏻♀️ Práctica
Primero identifica tus "ladrones de dopamina": Haz una lista de las actividades que tienden a generar altos picos de dopamina, como:
Redes sociales
Series y videojuegos
Comida procesada o azucarada
Comprar compulsivamente o consumir contenido digital adictivo.
Pornografía
Simplemente para ser consciente de todas las actividades de tu día que dedicas a fomentar este desequilibrio de placer.
Luego piensa cuánto tiempo de tu día dedicas a estas actividades. Puedes mirarlo en el móvil (esto da miedo).
Ejercicio. Reemplaza estímulos inmediatos con actividades de recompensa sostenible
En lugar de buscar actividades que generan picos inmediatos, intenta elegir actividades que ofrezcan recompensas a largo plazo o más sostenidas.:
Ejercicio físico: libera dopamina de manera equilibrada y fomenta receptores sanos
Juegos de mesa o hobbies: estimulan la dopamina sin exceso
Leer un libro físico
Salir a caminar sin música ni dispositivos
Practicar la meditación o ejercicios de respiración
Estiramientos
Escribir a mano
Cocinar
📌 La próxima semana
Tema: Dopaminoadicción y alteración de tu sistema de recompensa (Parte 2 de este tema)
Donde comentaremos cómo funciona la dopamina y los circuitos dopaminérgicos en tu cerebro y cómo toda esta cantidad de estímulos instantáneos están desequilibrando tu sistema de recompensa.
Haciendo que cada vez disfrutes menos de todo y te desconecten de lo que realmente quieres en tu vida. O peor aún: distorsionando la imagen que tienes de ti.
¿Qué opinas sobre esto? Me encantará debatir y compartir opiniones sobre este tema.
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Pasa como con todo. Hasta con el café. Antes tenías que moler el grano, toda la parafernalia...ahora metes una cápsula y lo tienes en un segundo. O el aguachirri ese del café soluble.
Antes querías ver una peli y tenías que esperar a que la pusieran por la tele. Ahora te vas a la plataforma y clic, ya la tienes.
O esa canción que te gustaba, que tenías que esperar a que la pusieran en la radio con el dedo puesto en el botón de grabar cassettes.
Por contra, también tenemos todo el conocimiento a nuestro alcance y ya. Tenemos que discernir entre cosas buenas y que nos benefician, y entre aquellas que nos perjudican.
Entiendo que todo esto también tiene que ver con el hecho de que cada vez nos cuesta más fijar la atención en algo, y siempre queremos pasar a la cosa siguiente.
Me ha tocado lo de que la velocidad de las redes no corresponde al ritmo natural de la vida (aunque nos hagan creer que sí).
Como desarrollador, veo a diario cómo la tecnología puede ser tanto herramienta como trampa.
La clave está en usarla conscientemente - programar requiere concentración profunda y momentos de reflexión que son imposibles con interrupciones constantes.
Eso de la "sedación digital" que describes me gusta, también me pica.