Marketing vs. growth y mi viaje por Centroamérica [parte 2]
El mundo digital va demasiado rápido como para copiar lo que dijeron otros ayer. Hay que crear un pensamiento crítico. Evolucionar. Iterar. Y hacer lo que te salga del culo para aportar algo nuevo.
Aquí me voy a mojar.
Y digo esto porque voy a dejar caer mi visión sobre lo que es el marketing y sobre lo que es el growth sin mirar nada en internet.
Me da igual que no sea la definición correcta.
Esto es lo que yo he aprendido trabajando, equivocándome y experimentando con clientes/empresas sobre estos 2 conceptos.
Pero sigamos por el final de la historia de la primera parte.
Volví de Costa Rica en julio del 2019
Me llamaron para trabajar un mes de monitora con adolescentes italianos que venían de viaje a Valencia.
Como en ese momento estaba pobre como una rata, lo acepté.
Aunque meterme en una residencia 24/7 después de haber estado viajando sola y durmiendo en playas del pacífico, no me sentó muy bien.
Pero usé ese tiempo para crear mi web, mi marca (en ese mes salió el nombre de Marta Lavanda) y mis primeros servicios.
Empecé en este mundillo siendo copywriter, aunque no empecé a ingresar dinero hasta finales de ese año.
Como te comentada en la primera parte, yo no estudié marketing. Así que para mí el copywriting formaba era marketing.
Escritura persuasiva, ¿no? Se supone que eso es para convencer a la peña.
Luego me di cuenta de que el copywriting no solo sirve para los negocios sino para la vida misma.
En el 2020 empecé a trabajar en marketing
El 2020 me lo pasé vendiendo servicios de copywriting a muerte.
La verdad es que siempre he sido un poco sinvergüenza y no me daba miedo venderme aunque no tenía ni puta idea de lo que estaba haciendo.
Recuerdo que la gente del mundillo me decía que me tenía que especializar en un nicho para posicionarme, destacar, bla, bla, bla.
Como siempre: hacía lo que me salía del culo.
Escribí webs, emails, ads, guiones de webinar, broadcast, spot publicitarios para la TV/radio, artículos, packaging, cartelería, cursos y cosas raras.
Hice todo lo que se supone que no hay que hacer. Y esa es una de las razones por las que ahora tengo una visión tan amplia de los negocios digitales.
El mundo startup cambió mi forma de ver los negocios
Todo empezó cuando hice una charla (mi primera charla) en una lanzadera de startups en Valencia.
Nunca he sido tan pesada para conseguir esa charla. Me sentía como el cobrador del frac, pero en versión “dame autoridad”. Sabía que me iba a dar mucha visibilidad y que si me hacía fotos parecería la puta ama. No me equivoqué.
De ahí me salieron algunos clientes que eran pequeñas empresas que estaban intentando abrirse paso en la venta online. Es decir: estaban igual de pobres que yo.
Pero como era joven y tenía ganas de trabajar, decía a todo que sí.
Tampoco soy gilipollas, así que iba vendiendo servicios poco a poco. Primero les hacía algo sencillo, les generaba beneficios y les convencía de que siguieran invirtiendo.
Así es como, por ejemplo, lancé la tienda online de Malferida de 0 a 100. Un buen caso de éxito que me acompañó mucho tiempo.
La cosa es que durante esta época con startups, yo me encargaba de todo. No solo de la parte del marketing, sino de toda la estrategia desde que conseguíamos un lead hasta que lo fidelizábamos como cliente recurrente.
En 2021 pensé que era marketing, pero de marketing tenía poco
Este año fue duro.
Empecé a dejar de identificarme como copy para páginas de ventas o emails, para pasar a querer gestionar la estrategia completa de negocios digitales.
Aprendí a analizar con lupa cada funnel, a crear estrategias de fidelización, a trabajar la activación en productos, a medir con cuadro de mandos específicos, a entender la analítica…
Y sobre todo: a estructurar mucho por fases para poder sacar conclusiones sólidas.
Como aún estábamos dentro de la época dorada del infoproducto, empecé a trabajar diseñando funnels completos tipo: funnel webinar, PLF, meteóricos… Esto me dio un buena base para crear estructuras en mi cabeza y creo que es la razón por la que ahora quiero representarlo todo en diagramas o roadmaps.
Seguía pensando que me dedicaba al marketing, pero la realidad es que metiéndome en este tipo de estrategias completas + la mentalidad lean que seguía aprendiendo trabajando con startups, me estaba llevando a otro lugar.
Estaba evolucionando.
En 2022 llegó el growth
Durante este año empecé a cuestionar muchas cosas que me habían enseñado. Empecé a crear mi propia opinión sobre lo que funciona y lo que no.
Este mundo funciona demasiado rápido como para copiar lo que otros dicen.
Seguí trabajando de forma recurrente con diferentes empresas para hacerles crecer en internet consiguiendo que ganasen mucha pasta gracias a la recurrencia y fidelización de clientes.
Sabía que esto era clave porque lo aprendí con las startups. Al no tener dinero para invertir en captación de tráfico, tenía que optimizar al máximo los primeros clientes, así que aprendí mucho de fidelización.
Un cliente nuevo cuesta mucho más (esfuerzo y dinero) que uno que ya tienes.
Y de repente me di cuenta que la “gente de marketing” no priorizaba esto. No trabajan al cliente una vez pasado por caja. Seguían con sus estrategias para captar tráfico orgánico o de pago. Se quedaban en la fase de captación y adquisición.
Y buscando buscando sobre estrategias de crecimiento asociadas a trabajar la recurrencia, di con el growth.
Así que 2022 fue un año donde me volqué a aprender esta metodología leyendo, apuntándome a cursos y haciendo lo que mejor resultados me ha dado cuando quiero aprender algo:
Practicar.
No solo empecé a implementar nuevos frameworks con mis actuales clientes sino que hice algo que cambió mi percepción del mundo freelance: buscar una jornada completa en una empresa.
En 2023 entré en una agencia de growth
Si quieres aprender algo: aprende practicando.
Con esa mentalidad es con la que entré, a través de la agencia, con un perfil de Growth Manager en distintas empresas.
Estas empresas, en su mayoría, ya tenían un departamento o equipo de marketing. Por lo que “dejé” de hacer marketing en cierta manera y empecé a colaborar con él.
Empecé a darme cuenta de que growth no tiene nada que ver marketing
Si hablamos de “cosas” que hacen los de marketing podemos entender que es la captación de usuarios, buscar esa primera adquisición con sus trucos marketinianos, investigar mercados, encontrar los canales adecuados para aumentar la visibilidad, temas de branding, etc.
Es decir: todo lo que esté relacionado con el usuario antes de pasar por caja y con el objetivo final de que llegue ahí.
A veces lo defino como los responsables de la captación de tráfico, ya sea de pago (publicidad online, influencers, UGC, media) u orgánico (redes sociales, email marketing, SEO…).
Y por otro lado, tenemos al growth.
El growth es crecer. Parece muy general, pero no lo es. Si una empresa no tiene, por ejemplo, una bases de datos de leads o no tiene tráfico, no hace falta growth. Hace falta marketing.
Pero no solo es sacar aprendizajes con experimentos desde hipótesis, es mucho más.
Es un mindset; una forma de hacer las cosas, de trabajar. Es buscar la continua evolución, la iteración, la experimentación, el prueba y error. Con el objetivo de encontrar los aprendizajes más escondidos entre los datos para usarlos como palancas de crecimiento.
Es desarrollar acciones con ayuda de la tecnología y los datos para conseguir el máximo aprendizaje lo antes posible y con el menor de los recursos.
Es justamente la mentalidad que yo había desarrollado con startups: iteración, aprendizaje, optimización.
Después de este cambio de mentalidad, me di cuenta de otra cosa.
El growth me estaba acercando a una visión de producto más que de marketing. Cuando entraba como responsable de growth, estaba más de acuerdo con la gente de producto que de marketing.
El marketing busca persuadir a los usuarios con trucos emocionales o racionales asociados a descuentos o elementos de venta.
La visión de producto nunca pensaría en un descuento como opción de atraer más usuarios si esto no aporta un aumento de valor al producto, cosa que no lo hace.
Y aquí es donde también empecé a ver las diferencias entre marketing vs. producto.
Pero esto ya lo dejo para otro post porque al final se me ido la pinza hablando de mi libro. Espero que alguien le sirva por lo menos.
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Y deja algún comentario que esto parece que no, pero cuesta de escribir.
Me ha gustado mucho conocer tu historia y evolución Marta.
De hecho tu perfil (mucho más generalista) me recuerda mucho al mío. Está claro que no te puedes estar quieta y vas avanzando conectando diferentes disciplinas (marketing, growth, producto…). Eso te hace una profesional mucho más completa a la hora de resolver problemas y ayudar a clientes.
Venga Marta como esta el Olimpo!!! Vengo regresando a casa después de un largo viaje y tus palabras son un oasis. Ya llevo dos semanas queriendo sentarme a escribirte y lo he venido postergando. Pero ahora acá en el bus de regreso a la granja me dejo consentir para decirte que vendría bien que compartieras el videito ese que mostró el Javi Pasturas cuando eras Copy. Ese video hizo que el elefantito rompiera la cuerda y saliera a seguir tus pasos. Gracias por seguir rompiendo paradigmas. Un saludo y un fraternal abrazo. Alfonso “a mis 49 la vida sigue sorprendiéndome gratamente” Veltano