Rutinas, tiempo y superpoderes
F*ck rutinas. No sigas lo que te dicen, no eres como creen. No te conocen. No saben cómo es tu vida. Busca tus métodos, prueba, aprende, cambia. Itera con todo.
La vida te cambia por completo cuando descubres tus superpoderes.
Cuando dejas de ver lo que hacen los demás como lo único correcto y empiezas a entender que es lo correcto para ti. Para tu vida.
Sin juzgarte. Sin culpas. Sin exigencia.
Porque te sientes tan bien que es imposible no pensar que es la mejor opción.
Aunque todos sabemos que alguien vendrá para desafiar esa creencia: se llama mente.
Desde que empecé a emprender me obsesioné con las rutinas
Aprovechaba cada minuto.
Empecé a enamorarme del tiempo porque sabía que era lo que necesitaba para arrancar un negocio en internet, pero me pasé de la raya y llegó a la obsesión.
Cada segundo contaba. Así que me ideaba rutinas muy exigentes.
Me obsesioné por optimizar al máximo mi día a día sin darme cuenta que nunca tendría la rutina perfecta y definitiva porque siempre podía meter un hábito nuevo más.
Empecé a tener sentimientos que no me ayudaban:
Me sentía mal si no cumplía con mis bloques de trabajo.
Dejé de hacer planes que me gustaban por trabajar los fines de semana y recuperar la planificación.
No había tarea de casa que no hiciera con un podcast (esto lo sigo haciendo).
Dejé de quedar con amigos por seguir con la rutina.
Me apuntaba todos los hábitos de la gente “exitosa” que escuchaba o leía en libros.
Recreaba la rutina de otros como si eso fuera la guía para conseguir mis sueños: conseguir más libertar en mi vida.
Lo paradójico es que estaba consiguiendo justamente lo contrario.
Pensé durante mucho tiempo que era un problema de disciplina o constancia
Nunca conseguía seguir una rutina ni un hábito por mucho tiempo.
Y me sigue pasando.
Cuando otros emprendedores hablaban de sus rutinas yo me sentía fatal. Estuve mucho tiempo pensando que era un problema mío de disciplina y constancia. Y esto provocaba arrastrar un peso muy grande en la mochila.
Incluso llegar a enfadarme con mis padres porque no me inculcaron esa disciplina.
Cargué estos sentimiento mucho tiempo (años). Hasta que empecé a darme cuenta de que no era blanco o negro. Que lo que hacían los demás, o la mayoría, no tenía por qué ser lo correcto.
Creo que hay un momento clave en la vida. Y es cuando te das cuenta que tú tienes tus propios superpoderes. Y tienes que aprender a usarlos para sacarle ventaja a la vida.
Si intentamos usar los superpoderes de otros (como la disciplina) no nos va a funcionar. Bueno, igual sí. Pero, ¿a qué coste de energía? ¿No sería mejor aprender a usar lo que llevamos de serie?
¿Cuál es tu poder?
¿Qué son los superpoderes?
Bueno.
Esto es una forma de hablar de la personalidad, modelo mental, arquetipo o como quieras llamarlo.
Creo que es obvio que cada uno aquí tiene sus fortalezas y debilidades.
Puede que te concentres rápido, pero te cueste pasar a la acción.
Puede que tengas mucha fuerza de voluntad, pero no seas capaz de parar si es necesario.
Puede que trabajes pocas horas, pero con una alta productividad.
¿Cómo es posible que todas la sociedad funcione bajo el mismo patrón? No es posible, ya te lo digo. De ahí que haya tanta gente descontenta con su vida y estemos rodeados de ansiedad, depresión y malestar en general.
Con todas las variables que existen en el ser humano, no puede ser que solo haya una rutina, hábito o patrón para todos.
Y darse cuenta de esto, y aceptarlo de verdad, da mucha paz.
Los que somos más sensibles y no lo soportamos, estamos emprendiendo para adaptar nuestra vida. Pero a veces es mucho más complicado.
Las rutinas no son para todo el mundo
Que a alguien le funcione una cosa no significa que te va a funcionar a ti.
Cuando alguien comparte un método por internet, tampoco significa que ese sistema vaya a encajar contigo.
Lo sano sería coger esos consejos, decidir si encajan contigo y probar. ¿Funciona? De puta madre, quédatelos. ¿No funcionan? Sé crítico con lo que estás probando y desarrolla tu propio método.
La teoría parece que la entendemos, pero NO es verdad.
Veo a gente que se mete a la fuerza rutinas en su vida que no son para ellas. Y se matan cada día en lugar de pararse a pensar si es lo mejor o no.
Pero lo hacen porque alguien le dijo un día que con ese método consiguió X.
Si es cabezón, seguirá intentándolo aunque nunca lo conseguirá. Y si lo consigue será gastando mucha energía. Más del doble de esfuerzo que lo que le cuesta a la persona que se la recomendó.
Una rutina no se puede replicar así como así. Obvio que a quien le funciona la va defender a muerte, porque para esa persona es cómoda. Ha encontrado su rutina ideal, pero no es la tuya.
Es como dejar de fumar
Hay 2 formas de dejar de fumar (experiencia de una exfumadora).
La primera es dejarlo a la fuerza. Sabes que es mierda para tus pulmones, que condiciona tu vida y que te deja pobre cada mes. Así que decides dejarlo. Pero en verdad te mueres por fumar.
Es el caso de los fumadores que ponen toda su fuerza de voluntad, se toman pastillas, pasan por el vaper, dejan el café y le dice a sus conocidos que no fumen delante suyo.
Les costará sudor y lágrimas, pero es posible que lo consigan. Hay muchos exfumadores así. Pero se pasan la vida anhelando un cigarro.
Son los que engordan al dejarlo, tienen ansiedad y que después de 30 años, se fuman un piti en una boda y vuelven a fumar.
Yo intenté dejar de fumar así durante 2 años. No lo conseguí.
Luego está la forma buena: la segunda forma de dejar de fumar.
En este caso hay un clic mental. Hay un porqué.
Yo lo tuve después de leer el famoso libro “Es fácil dejar de fumar si sabes cómo” - Allen Carr.
Aquí no lo dejas “a la fuerza”. Va mucho más allá de querer dejarlo porque sí.
Las personas que lo dejan así no engordan ni tienen ansiedad. Ni necesitan pastillas o vaper. Lo dejan y punto. De hecho, se sienten de puta madre.
Así es cómo lo dejé yo hace 2 años y medio. Sin engordar, sin ansiedad y sin ponerla al lado de los fumadores para respirar su humo.
Pues idear una rutina para ti es más o menos lo mimos: puedes hacerlo usando toda tu fuerza de voluntad (lo que significa un gasto extra de energía) o cambiando el chip mental usando un porqué que tenga sentido para ti y con menos esfuerzo.
Tenemos que tener la tranquilidad y no sentirnos unas retarders si mandamos a la mierda la rutina milagrosa
El éxito para crear una rutina, si es lo que quieres y por seguir el ejemplo (pero esto vale para todo) es darse cuenta de que lo que estás probando es una puta mierda para ti.
Y tener el pensamiento crítico para cambiar, importándote 0 no hacer caso a lo que todo el mundo dice.
Mira, esto no me funciona. No pasa nada. Voy a coger lo que me sirve y ya está.
Hay personas que les va de coña levantarse a las 5am, pero hay otras personas que esto les destroza el día. Les deja como si les hubiera atropellado un camión.
Eh, déjalo. No te sientas mal. Hay miles de personas que han conseguido la vida que quieren sin levantarse a esa hora.
Pero no se ve tanto.
Igual tienes mucho más claro lo que tienes que hacer y no necesitas esas horas extra porque eres el puto amo trabajando menos horas al días. Yo que sé.
Para mí no es quien más trabaja, es quien más eficiente es. Y eso requiere desechar todo lo que te quema energía innecesaria.
F*ck rutina.
Conócete. Descubre cómo funciona tu cuerpo, tu energía. Y crea “rutinas” que se adapten a ti.
He conseguido crear sistemas flexibles para sustituir a las rutinas
Gracias a observarme y al autoconocimiento, me he ido entendiendo (in progress).
Ya no me frustro cuando no “cumplo” un hábito porque directamente ya no me lo exijo con la misma intensidad.
No es que pasé de todo. Es tratarme con amor y no juzgarme tanto.
Ahora tengo mis sistemas de trabajo flexibles que se pueden modificar, cambiar o mandar a la mierda si ese día lo necesito. De hecho, considero que estoy haciendo bien las cosas si un día me levanto sin energía para trabajar y puedo permitirme no hacerlo.
Si ese día puedo cerrar el ordenador e irme a la montaña sin que se derrumbe mi negocio y sin sentirme mal por ello: es que estoy haciendo las cosas de puta madre.
(audio)
He aprendido a ser consciente de la energía que tengo en cada momento y a adaptar las tareas o proyectos en base a esa energía.
Lo siento. Yo no puedo obligarme a hacer algo si no tengo la motivación o la energía necesaria para ello. Te prometo que no puedo. Ni con todo el dinero del mundo.
Y sé que hay personas como yo.
No es que nos cueste más o que no tengamos disciplina. Es que no funcionamos de la misma forma.
Por eso, ya no me obsesiono con las rutinas. Implemento hábitos poco a poco hasta que se convierten parte de mi estilo de vida.
Escucho y cojo lo que creo que me puede encajar. Pruebo con ilusión, pero sin obsesión. Y me va bien.
Pero sobre todo, tengo paz mental sobre esto.
El tiempo es, posiblemente, una de las cosas que más me intriga en la vida. Creo que es flexible, por eso nunca llevo reloj.
Tengo pendiente escribir un post sobre esto. Si quieres dejar tu opinión para que la tenga en cuenta y te mencione, puedes dejarla en este post de Linkedin.
¿Cómo organizas tu día?
Yo lo hago todo con podcasts. Es cierto que siento que tengo que aprovechar cada minuto, y no es una sensación que me reconforte. Creo que a veces uno necesita entretenimiento, por el mero placer de relajarse, y dejar pasar el tiempo.
No hay rutina perfecta. Creo más bien que hay que adaptar las costumbres que YA tengas, para conseguir algo en concreto, pero nadie va a cambiar de la noche a la mañana sus rutinas, y lo va a mantener en el tiempo.
Como en el mensaje de Habitos Atómicos, al final las rutinas son un reflejo de tu personalidad. Si quieres cambiar de rutinas, tendrás que cambiar esta también, y eso no es un cambio fácil.
¡Qué buen artículo Marta! Llevo intentando meterme en rutinas en las que no encajo durante muchos años, no sé por qué pero mi orden no funciona con los órdenes que me dicen que tengo que seguir, pero eso no quita que sea importante planificarse y mantener rutinas. Muy importante conocerse para ver cómo crear la tuya propia, la que combina contigo y saber cuándo parar. Resueno mucho con esto ahora. Gracias por compartir!