Vivir en una furgoneta: así es cómo consigo estar en el presente
Llevo 3 meses viviendo en la furgoneta. Quiero compartirte todo lo bueno que me está pasando para que, por lo menos, lo reflexiones.
Creo que el problema principal de que las personas estén tan desconectadas de su propia naturaleza es no vivir en el presente.
Es una frase muy trillada que hemos oído mil veces en charlas de desarrollo personal y cuando te recomiendan el libro del "Poder del ahora- Eckhart Tolle”
Yo también lo tenía apuntado en la libreta de teorías para ser feliz no aplicadas.
Vivir en el pasado es depresión. Vivir en el futuro es ansiedad.
Tenemos que aprender a vivir en el presente como hacen los animales, pero no es fácil hacerlo en el sistema que hemos creado sin darnos cuenta.
Cuando viajo y vivo en la furgoneta me acerco mucho a este estado.
Hoy me apetece compartir mis sensaciones de vivir sola en una camper.
Sé que no todo el mundo puede ni quiere estar una temporada en una furgoneta, pero sí se pueden aplicar muchos de estos aprendizajes en cualquier marco de la vida.
1. Los problemas se reducen a lo más básico
Cuando vivo en la furgoneta no existen los “problemas”.
Mis únicas preocupaciones son:
¿Dónde duermo hoy? Hay que buscar sombra.
Tengo que llenar el depósito de agua.
Me estoy quedando sin bragas huevos.
Si tengo mis necesidades primarias cubiertas todo lo demás no importa demasiado.
Y es que la vida debería ser así. Nos metemos a veces en unos jaleos mentales que nos hacen perder lo que realmente importa.
Si te paras a pensar en lo poco que estamos en este mundo, no tiene sentido nada de lo que hacemos.
Pienso muchas veces si el problema que tengo en la cabeza tiene la importancia que le estoy dando. Intento pensar si dentro de un tiempo eso va a seguir siendo importante.
La mayoría de veces es un “no”.
La vida es demasiado corta para lo largo que hacemos los problemas
Cuando estoy en la furgo los problemas se vuelven muy pequeños.
2. Vivo en el presente
Aunque quiera imaginarme qué voy a hacer en 2 días no puedo.
Porque no sé ni dónde voy a estar. Entonces es muy complicado pensar en problemas futuros si no tengo el entorno para imaginármelo.
Esto sé que no es para todo el mundo, pero a mí me da mucha paz.
No planificar a medio-largo plazo me permite ser muy flexible con todo y, sobre todo, adaptarme a cualquier situación. No existen las expectativas por lo que casi todos los planes salen bien.
Simplemente vivo en el momento que estoy, me adapto. No queda otra.
Tengo una reflexión-teoría sobre este tema.
Todo el rollo de las redes sociales junto a la instantaneidad y la recompensa inmediata nos está desconectando de forma muy peligrosa del presente.
La vida no va rápida. Va lenta, con sus ciclos. Solo tienes que mirar a tu alrededor.
Cuando alguien está continuamente recibiendo inputs instantáneos no solo no se adapta a los ciclos naturales de la vida, sino que (creo) pierde la capacidad de mantenerse al ritmo para el que estamos diseñados.
No puede valorar pequeños detalles.
No puede percibir emociones sutiles del cuerpo.
No puede ver cómo se mueve la naturaleza.En otras palabras: se pierde la vida. La verdadera Vida.
Y creo que esto es un gran problema porque luego cuesta mucho entender lo que nos está pasando. Tanto interna como externamente.
Esto es una teoría que estudio constantemente con mi propia experiencia y manteniendo conversaciones con otras personas sobre el tema.
itera.mente es un espacio donde dejo caer mis reflexiones sobre la vida. Escribirlas de una forma que aporten e inspiren cuesta tiempo y energía. Si te gusta, ayúdame a seguir suscribiéndote o compartiendo mi contenido. Gracias
3. Siempre hay orden
Esto es algo que me encanta.
No es que sea la tía más desastre, pero en casa no me importa dejar los platos para fregar al día siguiente.
En la furgo esto es imposible.
Es un espacio tan pequeño que no puedo dejar las cosas por ahí tiradas sin más. Lo primero que hago nada más despertarme es la cama - me acuerdo un libro muy jankee de un marine o algo así sobre los beneficios de hacer la cama nada más levantarse (ya no me leo esas mierdas).
Al no tener grandes armarios o habitaciones tengo todos los espacios muy organizados. Sé dónde va cada cosa y de qué forma para siempre encontrarlo. Ordeno por prioridad de uso o temporada.
No solo es el orden lo que me da paz sino también la sensación de tener todas mis cositas en un espacio reducido y saber que podría quedarme en cualquier lugar que me guste.
Quizá esto es lo que llaman ser minimalista.
4. Me relaciono mucho más (conmigo y con los demás)
Paso días en grupos de amigos o desconocidos, pero también paso días sola.
Viajar con una misma y sin plan es bastante divertido para conocer gente (si eres un poco extrovertida como yo).
Me estoy juntando con personas que igual nos hemos conocido el mismo día y ya parecemos de toda la vida. El sentimiento de tribu o comunidad aparece de forma totalmente natural y de repente te encuentras más acompañada que nunca.
Las cenas son compartidas y las tazas de café se rellenan solas.
Creo que la mayoría de gente se relaciona de una forma muy cerrada solo con el círculo de siempre. De hecho, mi opinión es que nos sentimos más solos que nunca.
Este tipo de ejercicios de abrirse a un grupo y juntarse me conecta mucho con los demás y conmigo misma.
5. Estoy alerta como un animal
Una de las sensaciones que mejor me sientan es volver a sentirme en un estado más primitivo.
Sufrimos mucho estrés, pero no es un estrés real. Es algo crónico que nos va jodiendo poco a poco. De ahí salen la mayoría de enfermedades.
Si has viajado solo o sola (sobre todo, y desgraciadamente, sola) te habrás sentido en un estado de alerta. Pero es un estado sano y que, a mí por lo menos, me conecta mucho conmigo misma y las sensaciones de mi cuerpo.
Sé por dónde no tengo que entrar o dónde no tengo que dormir. O de quién no me tengo que fiar.
Me escucho y siento esa intuición que todos llevamos dentro, pero que vamos perdiendo poco a poco desde que nacemos.
En un mundo donde no hay ningún riesgo real, este estado de alerta está roto: mal configurado. No sabe ni hacia dónde guiarte.
itera.mente es un espacio donde dejo caer mis reflexiones sobre la vida. Escribirlas de una forma que aporten e inspiren cuesta tiempo y energía. Si te gusta, ayúdame a seguir suscribiéndote o compartiendo mi contenido. Gracias
6. El aburrimiento es un planazo
Como he comentado anteriormente y en otros de mis post, el aburrimiento se percibe como algo negativo.
El mensaje de internet es que no vas a conseguir nada si no organizas cada minuto de tu tiempo y eres productivo las 24h del día.
No estoy para nada de acuerdo. Lo estuve hace años, pero ahora lo que creo que es difícil es justo lo contrario.
Tener claro qué es importante para ti y simplificar tu vida a ello.
Los momentos de “aburrimiento” son necesarios para cultivar la creatividad y, lo más importante: pensar-reflexionar. Crear un pensamiento crítico sobre lo que sientes, ves, escuchas, haces o crees.
El sistema en el que estamos metidos y absorbidos impide estos momentos de aburrimiento. Es imposible. No hay tiempo para ello.
Tenemos unos ritmos de vida que no nos dejan ni un minuto para sentarnos sin hacer nada. ¿O sí?
Cada vez estoy más convencida sobre los beneficios de volver a conectar con nuestro ser y con nuestro entorno (naturaleza). Lo pienso, reflexiono y reafirmo cada día.
Lo veo en mí y lo veo en la gente.
Llevo muchos días de nómada buscando cubrir mis necesidades primarias como mis genes están diseñados. Y he podido sentir un bienestar físico-emocional que hacía tiempo que no sentía. Ahora he decidido quedarme una temporada por los Pirineos para empaparme aún más de la naturaleza.
Seguiré observando y escribiendo para compartir todo lo que voy aprendiendo.
Ojalá llegue a conclusiones más específicas.
No he escrito antes por aquí porque estaba… viviendo. Ya sabes.
Un abrazo grande 🌲
Hola Marta! Me ha gustado mucho tu carta, me gustaría probar algún día a vivir una temporada así, como tú. Pero ¿sabes? Yo he ido llegando a las mismas reflexiones que tú en los últimos años, pero por otra vía: la vida en el campo. Debe de ser el factor "contacto constante con la naturaleza" lo que más nos alinea y nos devuelve la armonía... 🤔
O tal vez la combinación de naturaleza + nomadismo multiplique los efectos! 😄
Un abrazo 💚🚐
Qué grandes descubrimientos! Gracias por compartirlos.